Amistades peligrosas.

Me detuvieron, porque no traía mochila, asociada a mis lomos.
Tampoco acarreaba los tentempiés o bocadillos, ni bebidas lácteas mezcladas con cacao en polvo.
Las denominan " batidos ", y son un bien escaso.
Del mismo modo, se asombraban por la ausencia de pulseras de cintura.


No había rastro de la hebilla, ni de sus agujeros, ni el cuero ni nada.


¿ Cinturón ? ¡ Ah, claro ! Anotaron que la corbata azul marino,
yo la usaba como lazo para sujetar al pingüino, por la garganta.
El pingüino no es peligroso, pero sabe artes marciales.
Ya saben: Legítima defensa personal, del Lejano Oriente. Es cinturón negro en Aikido.


Ahora, estoy declarando en Comisaría. Mis delitos son:





a ) Pertenencia a club celestial imaginario.
b ) Pertenencia a club musical incandescente.
c ) Pertenencia a club pictórico-alpinista.


¿ No se dan cuenta de que es preciso pintar el panorama de las cúspides,
en las cumbres borrascosas ?
No doy crédito, a lo que ven mis ojos.
Me condenan a cadena perpetua. Por suerte, puedo hacerme invisible.


Pingüino... Sacude al protagonista de esta película. Me irrita en demasía.


Florece, a costa de mi condescendiente contribución a su modesto Paraíso.
Y no me lo agradece.
¡ Se obstina !
Se encabezona en manejarme, gobernarme y dominarme. Semejante abuso es degradante.


¡ No lo consiento ! Practica tu Aikido, y haz que el director de cine repita esta secuencia.


" Me faltan vitaminas y potencia.
Hay una congruencia que he de respetar, Alteza.
Solamente ha de acudir a esa gala de la cerveza.
Contamínese, durante un cuarto de hora, en ese Bar de la esquina. "


¡ Lo sabía ! Mahou, Heineken, San Miguel, Coronita, Budweiser, ¿ Son mis amigas ?

 

Todo el poema es estupendo pero el último verso me conmueve, justo donde dice Coronita

 

¿ Coronita ? Me gusta, sobre todo en el Bar de la esquina, donde aprendo a jugar a las cartas.





Pero me encanta leer. Es muy entretenido.