Amor de Miércoles

Te invito al exorcismo de mis lamentos. Hoy que es un día como hoy, te propongo amor de miércoles, sin sexo ni cine.

Correr por los tejados, una copa de vino en el bus, una mano que espante la soledad, un beso que me arranque la ira, una sonrisa que ahuyente la tristeza.

Seamos la envidia de los desprevenidos transeúntes que asaltamos con nuestras carcajadas ¿qué pensará el pobre taxista que me ve besar tu cuello debajo de esta farola? Vamos a detener el tránsito, crucemos la calle sin más motivos que mostrar este cariño que nos toma de las manos y embotella la ciudad.

Hagamos lo que queramos y demostrémosle a esos cobardes que la ley del amor está por encima de cualquier gendarmería abusiva y barata. Apedreemos la luna en plena Calle del Sol, juguemos naipes enfrente del casino, no ahorremos las travesuras.

Acaríciame con lujuria frente a los cristales del más fino restaurante, ruboricemos los comensales ¿cuál de ustedes solitarios desgraciados se ofrece a retratar estos amantes? Es tarde, ya lo se, pero ámame sin temor antes del jueves. Recuerda que mañana a primera hora venderé la ciudad y tú eres parte de ella.