Amor hoy

Conocí una linda chica el pasado verano
sus ojos no dejaban de mirarme
su piel respiraba el clima de un domingo triste
me empezó a contar problemas que tuvo con
las drogas y algunos noviazgos
yo como siempre
tímido y delgado
le conté un poco sobre mi y le hablé de poesía
pero al final nuestros gustos no coincidieron
ella ama la comida vegetariana y las obras clásicas
a mí solo me gusta la poesía
(hay tanta gente con gustos diferentes)
seguimos conversando hasta llegar la noche
me invito a su casa
(yo acepte enseguida)
pasa no seas tímido –dijo-
su casa se veía pequeña por fuera
pero por dentro era perfecta
me dijo que todas las noches duerme sola
que en las mañanas cocina
y por las tardes trabaja
me enseño álbumes fotográficos (no familiares)
y antigüedades que supuestamente
amigos cercanos se las obsequiaban,
me sirvió un poco de vino en una copa
y parecía estar feliz
(vaya a lo mejor esta era su primera visita)
después me encamino a la azotea de su casa
tenía una vista magnifica de toda la ciudad
intentaba ver mi casa
sé que todos hemos hecho eso
todo esto parecía irreal
apenas la conocía y estaba en su casa
aquí arriba apenas se escuchaban los cláxones de los coches
aquí parecía de día
vamos acércate –decía mi mente-
estaba muy tenso
no sabía si este era el momento de preguntar
por ejemplo
sobre cómo fue su niñez
sobre quiénes eran sus padres
o donde había estado el año pasado
pero sobre todo si este sería el momento adecuado
de preguntarle… ¿cómo te llamas?

 

Hemosa historia, más aún si se la escribe con amor
como el magistral poema que regalas amigo Alvar.
Un placer leerte.
Saludos del Ecuador.

 

A veces la timidez nos detiene, espero que la historia continue. Un placer leerle, saludos