Amor relegado.

Tengo todas las excusas del universo
para pedirte perdón.
Todos los inventos,
todos los desiertos,
todos los recuerdos
que fueron parte de un ayer bendito
que dejó de existir
siguen en mí como una esperanza perdida
que se levanta,
se inclina,
se desata,
y vuelve a este ser que te piensa
te pide
y se desangra.

Aquí estoy
como el nunca poeta,
pero sí el hombre,
o el hombre poeta
que nunca estuvo,

que por intentos
e inciertos,
ciertamente ambiguo es
por besos.

De tal modo que
todas las excusas te escribo en un segundo,
en un pesar,
en una llama que quema el papel con una poesía,
en una amargura

y en este pedazo de alma

que se quedó
en el amor relegado.​

 

Decir que me conmueves es poco, la intensidad del sentir que aflora en la nostalgia que embriaga estos versos llega al alma. Bello leerte. Un beso. lluvia...

 

simplemente bello me encanto encontrar tu poema.