Amor y envidia.

La veo...
Cómo habla.
Escucho.
Procede de la ciudad de Nueva York.


Aquietada, en este momento. Celebramos el comienzo del nuevo año.


Se dedica a vender productos artesanales, para revestimiento de cocinas y de suelos.
Pavimentos.
Sin cemento.
Materiales nuevos, de la cantera. Todos, mezclados entre sí. Resistentes.





En los que puedes imprimir tu rostro. Como si fuera una plancha, sobre una camiseta.


Es increíble...
Disfruta de su existencia.
La amo, pero es escasa mi aprobación.
¿ Cómo puede una dama protagonizar nuestro encuentro, en familia ?


La Buena Nueva del Evangelio. La antorcha olímpica. Una luz brilla en la obscuridad.


La venzo.
Me marcho.
Vigilo la chimenea del salón.
Y ella sigue dando información verídica y juvenil de su radiante triunfo en la capital.


Habla muy bien en inglés. ¡ Oh, la envidio !