Amor

Eres cárcel y eres forma.
Eres y me preguntas:
¿De dónde naces? ¿De qué te alimentas?
Eres y te desenvuelves en normas.
¿Por dónde atajar tus dudas?
Sin preámbulo, sin exordio,
litigas, cansino: -¿cuándo?-. Mientras.
Pequeño, rico en saberes: laudatorio.
- De la fetén y de las espumas –
- De almíbares y frenesíes –
Eres y te pregunto:
Niño, ¿cuánto duras?
Niño, ¿cuánto dueles?
En lo que duelo duro, como pinchazos
cuando llego anido, a martillazos.
Y no me desprendo.
Me sustituyen en olores,
me sustituyen en nombres.
Y no me desprendo.​

 

Brisa que me recuerda en cuanto llegas
aurora que no despierta a mis amaneceres,
te envuelves en otras imágenes nuevas.
Pero mi corazón y mi alma saben quien eres.

Un verdadero honor leerte en esta magnifica composición.

 

No miento si digo que me ganaste por completo con este poema. Sabes que mi memoria no es de fiar, en absoluto, pero me atrevo a decir, sin haber bebido demasiado, que este es el poema que más me ha gustado de todos los que te he leído. Por ello me inclino ante vos (y ante la creación).

Por cierto, nunca te dedicaré esa canción de Sabina, "Conductores Suicidas". No conseguiste asustarme.

nos vemos (en la calle)

 

El amor con su torpe obsesión por conocernos y que nos lleva con inconsciente inercia a abandonarlo todo; a buscar la respuesta, a encontrar el misterio... sin caer en la cuenta que, al descubrir el truco, le robamos la magia.
Este lo guardaré en el cajón de los muy buenos, un besazo.

 

El honor es mío por recibir tu visita.

Mil gracias por tus letras.

Saludos.

 

Nos vemos en el cine, nos vemos en los libros.
Me encantó tu regalo. Muchas gracias por alegrar mis tardes.

Besos.

 

Muchas gracias por comentarme, siempre es un placer verte por mis letras.

Saludos.