Ana

La vez que te miré por vez primera
estaba tan perdido entre mis cosas
que no supe apreciar tu poderosa
manera de atraerme a tus hogueras.

El tiempo fue otoñando primaveras
y tú me ibas llegando más hermosa...
¡qué suerte que hoy te tengo como esposa,
amiga, desazón y compañera¡

Ya sé cómo mirarte, bien te veo
pendiente de tus besos y los míos,
del aire, de la luz y del deseo.

Ya sé cómo mirarte y me sonrío
y con mayor empuje más me empleo
en darte con mis ojos manta y frío.

 

Grandisimo chapo, gran poema en el que expresas ese gran amor que sientes haca esa persona que comparte la vida contigo, un placer leerte un abrazo

 

Muchas gracias por sus elogios. Un abrazo igual para usted. Fácil es escribir cuando grande es la emoción. Gracias de nuevo amigo!!