Anatomia, realidad y alma

Anatomía, realidad y alma

Garganta abajo
en la caverna oscura que ocultan mis costillas
duerme
el palpitar trémulo de la entrañas
y la húmeda existencia
de mi razón más desconocida.

Mi pecho es
una oblonga caja de música
forrada de terciopelo púrpura,
con un corazón en el centro
que gira y baila enloquecido
a la sazón de una música
que hace años ya
que se arrastra por el mundo.

Mírame bien,
en mi interior hay
ácidos que corroen cuerpos muertos,
restos de otras vidas,
restos de otros soles y amaneceres,
fagocitados por el ansia que impone
la esclavitud de la materia.

¿No comprendes aun
que la luz y destellos
que mueven espumas
contra el rompeolas de mis iris,
que el agitar nocturno del amor,
son ecos lejanos de la grandeza
de glándulas en secretas esquinas
y la química feroz de las hormonas?

Como soles ajenos a cualquier vida
que amanecen sobre la pura geología
de los planetas yertos.

Escucha,
escucha mi voz tras de mi voz:
Estoy lleno de crujidos,
estoy lleno del bullir de los líquidos.

Mi belleza es
la feroz magnificencia de los tendones
y la perfección áurea de la carne roja.
Mi verdad es
el marfil de los huesos
y la sonrisa eterna
que asoma por mis encías.


Enric

 

Wow,
Este poema me ha gustado muxo
Un placer visitarte
Besos

 

Gracias por tu comentario, por leerme y, sobretodo, por tu "WooW!"

Un beso,
Enric