Andrajos de alma

Nuestras voces aún siguen allí
en aquel pasillo de escuela.
Y cómo acosta de autoreproches
lo he rebobinado noches enteras:
ambos, cara a cara, especial cariño
y tus dieciseis dulcemente abiertos
Sospechabas la áspera angustia
mordía mis penas
y para corroborarlo me preguntaste directamente:
"Dime, qué es la vida es decir para tí..."
" nada extraordinario " asesté, como
arrojando un lastre pesado
En tus grandes pupilas
refulgían la juventud y el desafío;
bastaban motivos para llenar mi vida.
Me tendiste los brazos alrededor
estrechándome a tu pecho,
fuiste más grande que el dolor entonces...
¿ Cuántas veces te has sentido desolada,
triste o herida?
cuánto más lo sentirás aún
Yo no estaré a tu lado para tomarte entre mis brazos
ni asistirte en el llanto.
Ya sé lo que es la vida realmente:
es morir de frío esperando
otro abrazo tuyo,
otra palabra de tu boca...

 

Hermosas letras.
Un placer leerte

 

Preciosa obra, inspirada creación maravillosa, talento de alta calidad.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Gracias muchas gracias a ambos por leerme

 

gracias por las palabras, un cordial saludo.