año del mono

el sonido de una noche silenciosa suena
a un ventilador viejo que ha dado ya demasiadas vueltas,
igual que las cabezas de los yonquis que huelen pegamento
tras los edificios ajados como ropa sin planchar
que apenas sobrevivieron a la guerra en los ochentas.
suena a las excusas que se dan para perderse en los montes
suena a las anécdotas que se cuentan una vez y otra
cuando uno añora viajar en caponera
(que incluyen años y monos).
suena a lo que todos saben y nadie se atreve a pronunciar por miedo.
yo también he caminado solo, en silencio, sin que nadie me escuche.
yo también he hurgado en mi cabello
con la luz apagada
buscando la ubicación
del culo del mundo,
sin pronunciar el miedo.

 

Mi cabeza a veces creo que es lo mas parecido a la de esos yonquis, cuando da muchas vueltas y no deja de girar.

Que buenas metáforas, esa ropa sin planchar en los edificios ajados.

El silencio no da miedo, nadie nos escucha, pero es mucho mejor para poder escucharnos a nosotros mismos.

Pedazo de poema. Tienes que publicar un libro, estás avisado.

Un besito

 

El Miedo es un aliado, porque nos hace humildes. Procede de la noche de los Tiempos. Y a veces, tiene la sartén por el mango. Lleva los pantalones. Nos paraliza. ¿ Qué aprendemos ? ¡ Pobres de nosotros ! Aprendemos construcción y artificio. El Temor es Constructor o artífice. Estamos paralizados, como esculturas de mármol, y como columnas, o vigas, o fuentes de agua cristalina... Es el Momento. Y el Momento tiene que ver con las escenas, a cámara lenta. Gracias al Miedo, sabemos vivir poco a poco. Momento a momento. Porque los sentimientos de angustia, nos van pulimentando. Nos van tallando, como si fuéramos diamantes en bruto, que podrán brillar.

 

En ciertas noches no caben excusas, miedo ni mentiras. No está nada mal perderse (y encontrarse) de vez en cuando en el culo del mundo ¿...dónde queda en el mapa tal lugar? . Excelente poema, amigo. Un abrazo.