Añoranza

No pude retener bajo mi ansia
la promesa fraguada en quimeras,
se fugó entre la risa de la mañana,
entre una luz atenuada y cristalina.
Se me quedaron las manos empapadas
de un rocío maternal y diamantino
que no pudo refrescar la braza del llanto
que en el surco de la ausencia había anidado.
Llego la noche como amante ansiada,
se alzó la luna con su corte de luceros
pero en mis ojos se desterró el sueño
y mis brazos desmayados no asieron el reposo.
Extravié mis fiebres en añejas utopías
que labre en torno de su sombra y su sonrisa
y a las cuales, marchitas y fenecidas
levanto un mausoleo de lágrimas y cenizas.
No pude retener, se me deshizo,
en un manojo de viento astillado de luces,
la esperanza helada de su promesa
vestida de trinos y de soles,
huyendo entre los pliegues de la mañana,
dejando tras de sí la estela perfumada
de un amor inconcluso, una historia inacabada
que aun escribo desde mi lobreguez claustral
en que una noche sin merced me roe,
añorando aquel astro que alguna vez tuve,
aguardando paciente mis nupcias con la Muerte.


​

 

MUY LINDO

 

Muchas gracias amiga