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Antonio Gamoneda

Tema en 'Biblioteca de Poetas consagrados en verso libre' comenzado por lluvia de enero, 14 de Mayo de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 1154

  1. lluvia de enero

    lluvia de enero Simplemente mujer

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    Antonio Gamoneda
    Poeta español, nace en Oviedo el 30 de mayo de 1931. A los dos años, y tras la muerte de su padre, se trasladó a León con su madre. Su formación intelectual fue básicamente autodidacta, aprendió a leer solo, fijándose en las letras del único libro que había en la biblioteca familiar de León, un volumen que se titulaba 'Otra más alta vida', firmado por su padre, un poeta de corte modernista, resucitado en aquellas líneas descifradas por su hijo.
    Gamoneda publicó sus primeros poemas en 1960, como los escritos en 1947 "Sublevación inmóvil". En ese mismo tiempo escribió "Blues castellano", que entonces no editó por razones de censura. El poeta leonés ha vivido siempre en esta ciudad, donde dirige, desde hace muchos años, la Fundación Sierra-Pambley, creada en 1887 por Francisco Giner de los Ríos con los principios de la Institución Libre de Enseñanza.

    Aunque cronológicamente podría pertenecer a la generación de los cincuenta, su obra ha permanecido aislada de cualquier tendencia poética. Lo autobiográfico envuelve toda su obra, pero no hay una crónica de experiencias ni un retrato objetivado de la realidad, sino que, como escribe Casado: “Gamoneda no desarrolla propiamente un relato, ni siquiera cuando anuncia que va a hacerlo; los hechos se fragmentan en sensaciones, en detalles aislados de su contexto, transportan ecos de tiempos anteriores. La mirada está sometida a un núcleo obsesivo que la absorbe, la dirige de forma centrípeta hacia lo que el poeta llama interiorización”. Lo que propone en definitiva la poesía de Gamoneda no es mostrarnos la experiencia real, sino la experiencia vital, donde los hechos cobran la fuerza de la pértiga para adentrarse en las honduras del ser.

    Su obra, de una fuerza excepcional, ha sido reconocida tardíamente como una de las grandes voces de la poesía española actual, lo que ha culminado con la concesión casi simultánea de dos de los más altos galardones; el Premio Cervantes y el Premio Reina Sofía a la poesía iberoamericana.

    Reseña biográfica: http://www.escritores.org/biografias/372-antonio-gamoneda

    ****************​

    INVIERNO

    La nieve cruje como pan caliente
    y la luz es limpia como la mirada de algunos seres humanos,
    y yo pienso en el pan y en las miradas
    mientras camino sobre la nieve.
    Hoy es domingo y me parece
    que la mañana no está únicamente sobre la tierra
    sino que ha entrado suavemente en mi vida.
    Yo veo el río como acero oscuro
    bajar entre la nieve.
    Veo el espino: llamear el rojo,
    agrio fruto de enero.
    Y el robledal, sobre tierra quemada,
    resistir en silencio.
    Hoy, domingo, la tierra es semejante
    a la belleza y la necesidad
    de lo que yo más amo.


    ***************​


    CAIGO SOBRE UNAS MANOS


    Cuando no sabía
    aún que yo vivía en unas manos,
    ellas pasaban sobre mi rostro y mi corazón.

    Yo sentía que la noche era dulce
    como una leche silenciosa. Y grande.
    Mucho más grande que mi vida.
    Madre:
    era tus manos y la noche juntas.
    Por eso aquella oscuridad me amaba.

    No lo recuerdo pero está conmigo.
    Donde yo existo más, en lo olvidado,
    están las manos y la noche.
    A veces,
    cuando mi cabeza cuelga sobre la tierra
    y ya no puedo más y está vacío
    el mundo, alguna vez, sube el olvido
    aún al corazón.
    Y me arrodillo
    a respirar sobre tus manos.
    Bajo
    y tú escondes mi rostro; y soy pequeño;
    y tus manos son grandes; y la noche
    viene otra vez, viene otra vez.
    Descanso
    de ser hombre, descanso de ser hombre.


    ***************​


    VI LAVANDAS SUMERGIDAS...


    Ví lavandas sumergidas en un cuenco de llanto y la visión ardió en mí.

    Más allá de la lluvia ví serpientes enfermas -bellas en sus úlceras transparentes-, frutos amenazados por espinas y sombras, hierbas excitadas por el rocío. Ví un ruiseñor agonizante y su garganta llena de luz.

    Estoy soñando la existencia y es un jardín torturado. Ante mí pasan madres encanecidas en el vértigo.

    Mi pensamiento es anterior a la eternidad pero no hay eternidad. He gastado mi juventud ante una tumba vacía, me he extenuado en preguntas que aún percuten en mí como un caballo que galopase tristemente en la memoria.
    Aún giro dentro de mí mismo aunque sé que voy a caer en el frío de mi propio corazón.

    Así es la vejez: claridad sin descanso.


    ***************​
     
    #1

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