Anuket.

Ella era mi cielo.
Con el tiempo, se fue dando la vuelta.
Averigüé que todo lo que se ponía encima, eran disfraces.
Y quise probarme algunos de sus atuendos.


Me sentía poderoso, de repente. Con esas ropas luminosas, planetarias.


Nos despedimos y aún conservo sus pergaminos enrollados.
Viene a visitarme en sueños y susurra cuentos de hadas, en mi oído.
Es hercúlea y afrodisíaca y podría hacerme experimentar, en breve, un orgasmo.
Desaparece a voluntad, si se lo propone, puesto que domina el arte de ascender al cielo,


en cuerpo y alma.





Piensa que es una diosa del Olimpo.
Yo la corrijo: La Poesía es mi musa de confianza.
La Poesía se manifiesta como tabaco. Y el tabaco es parecido
a los 22 universos paralelos. A cambiar de colegio. O a mudarnos a otro barrio.


Poesía es Madre Naturaleza y es lo macro. Y así, el poeta es grandioso.


Anuket dice...
Anuket piensa...
Anuket presiona los botones.
Anuket me pone al borde de un ataque de nervios.


Quiere que yo sepa lo que es ser mujer. ¿ Por fin, libre ?

 

Místico encuentro con la diosa del Nilo, y la poesía.
Me encantó, poeta, saludos

 

Gracias, compañera.
Un toque femenino, nunca viene mal.
Para terminar de dibujar el círculo que ideó el hombre.