Anya

Quién devalua las yemas de tus dedos,
la piel resacosa se acuesta en su cascada
y tus labios se acercan demasiado lejos del mar,
mientras la luna sonríe aferrandose a la noche.
Todos los recuerdos se confunden como los peces al nadar,
como las hojas al pasarse, como el viento al soplar,
la torpeza de mi ser ha dejado un reguero de sangre amorfa
que súplica amor o algo parecido,que se esconde en el suicidio de un rincón.
Paredes de cartón aplauden al frío que las golpea,
se derrumban los bombones en la chimenea
y tus labios más se juntan dentro de su ecuación.
Yo fugaz veo que gimes, yo tan triste me sonrojo
pues a tu lado me acuesto mientras gritas, mientras ríes.
Pues a tu lado me acuesto mientras el fuego despierta,
mientras gimes, mientras lloro, mientras en tu espalda escribo
cada verso con pulgares, cada verso de estas llamas,
una muerte en tu nuca y en tus labios un me amas.

 

Precioso poema de amor. Te felicito.
Un abrazo.

 

me alegro de que te haya gustado, muchas gracias por leerlo

 

Bellos versos, una preciosidad de poema.

 

Me alegro de que te haya gustado

 

¡¡¡Bellísimo!!!!
un abrazo con Reputación.
Rosario

 

Muchas gracias, siempre es agradecido ser leido

 

Muchas gracias por la reputacion