Apareciste en mi vida como un simple capullo para convertirte en mariposa.

Apareciste en mi vida como una gota de lluvia retrasada en su camino
pero justo a tiempo para dibujar con tu sonrisa un arcoíris de ilusión.


Apareciste cuando menos lo esperaba, cuando menos lo imaginaba,
pero si cuando más lo necesitaba.


Apareciste con ese “hola guapo”,
saludo que aún arrebata una sonrisa de mi cara
para inundar mis pensamientos con dudas, preguntas
y decisiones que me impulsan a soñar especulativamente en mi futuro.


Apareciste como una lluvia de meteoritos con la intensión de colisionar con mi destino,
arriesgándote a incendiar la silueta de tu cuerpo
con el roce atmosférico de mis emociones al querer alcanzar:
el abrigo protector de mis brazos.


Hoy me pregunto si eres esa mujer que espero para que sea la flor
que adorne y complete mi jardín, flor que se robe
mis pensamientos, mis besos y mi corazón.


Apareciste para ser con voz dulce y cariñosa la promesa de un mañana
y hoy no quiero que te vayas.

Apareciste en mi vida como un simple capullo para convertirte en mariposa.

 

apareció en el momento exacto y oportuno....
saludos
esto me parece la letra de la canción de Leo Dan, si lo publicarás en un poemario te dirían que cambies por los derechos reservados.

 

Apareció en el momento justo si....

 

Eso me ocurrió a mí, con una profesora de piano. Me enseñó a abrir el oído, para disfrutar de la música. ¿ Qué haría yo, sin ella ? Una cosa es estar ciego, y otra, sordo. Para tocar el piano, no debemos ser autómatas. O robots. Sino que hay un mensaje codificado, en la partitura. Que nosotros debemos traducir, a sentimiento. A emoción.