Aparición - soneto

Aparición

En horas muy tempranas, con los claros
de la rosada aurora, yo os oí
y lo sutil de vuestra voz seguí
dejando mi aposento al escucharos.

Mis ojos encendidos como faros
os buscaron ansiosos y ante mi
desplegó su aleteo un colibrí
¿acaso vos tras él queréis taparos?

Y allí, fuera de casa, en los jardines,
solos el ave y yo, se obró el prodigio
de veros y de oíros claramente;

de lo que sucedió tras los maitines
el recuerdo, indeleble, está en mi mente,
y en mi alma está guardado tal vestigio.

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maravilloso poema. en especial me encanto su segunda estrofa, un abrazo poeta.

 

Una joya más de tu obra poética Juan Ramón

Encantada de leerte

Saludos afectuosos

 

Gracias por tu comentario, Cálamo.

Un abrazo.

 

Anque con bastante retraso que lamento mucho, Mariluz, te agradezco hoy muy sinceramente tu comentario y tu gran fidelidad a lo que edito.

Un abrazo, amiga poeta.