Apostólico

Apostólico


Hay un mar llamado Tiberiades
donde los peces hablan
sobre sus olas verdes,
con azules cintas
en las velas fieles.

Es un mar de citas
donde el marino suele…
Unos perros ladran,
el apostal bebe,
y cree ver al maestro…

Sobre el agua llueve.
Sé que es una charca,
nada, y nada es vuestro,
sé que no se puede,
navegar sin barca,
¡ni pescar sin redes!

Y llegó aquél otro
pregonando panes,
bautizando lodos,
rematando planes;
bautizó al primero
quien le dijo loco,
que en esta cabeza,
grande en su rareza
y a un Jordán coloco.

Pero fue al revés,
primero el remojo,
después Genesaret;
y tentaciones tuvo
en el desierto duro,
y dijo venid,
dejad que se acerquen a mí.

¿Para qué señor?
¿qué les dirás de ti?
Mentiras no,
que los niños puros
todo niños son;
y si hay alguno
en el impuro don,
ya sabrá qué es mundo
en el instante adiós.

Y bebió el apóstol,
y volvió a beber,
olvidó a sus niños,
que tenía mujer;
y siguió bebiendo,
en el río miel,
se quedó durmiendo,
y un ángel le cuenta
que en su tierra santa,
todo está creciendo
sin el papa manta.

Levántate y anda
apóstol bebedor,
que un Jesús te lo manda,
y hacer caso es ser mayor;
que fue sólo bufanda
y ahora toca al comedor,
pintar como dios panda
para el hijo Salvador.
​

 

Alistando un camino... Un gusto pasar

 

Muchas gracias por pasarte, Hate. Un abrazo

 

Pasé y no entendí.

 

A veces, Ángel, no hay nada que entender. Pero te lo explico:

Nosotros somos, o más bien desarrollamos nuestras ideas, querámoslo o no, influidos por una cultura y tradición judeo cristiana, que tomo mucho del corpus de su esencia en anteriores civilizaciones como la asiria y la mesopotámica; el concepto de ángeles y de ese infierno, por ejemplo, que hasta no hace mucho era interpretado al pie de la letra, era una cosmogonía cuyo origen es asirio (eso es historia). Lo del infierno ha quedado en el olvido, no así los entes angelicales. Con esto creo que es suficiente. Después, lo que escribo trato de darle una forma un tanto chistosa, para que no se convierta en un ensayo, sino más bien en una especie de sátira... Que lo consiga o no, eso es otra cosa. Un abrazo