Aprendí.

Aprendí a volar dentro de esta jaula
desde que no estás.
Aprendí a volar cuando supe que tus recuerdos
mantendrían mi vuelo.

Aprendí a volar mientras te esperaba,
grabandome el sonido de tu risa,
cuando creía en tus bellas mentiras,
en septiembre del veinte trece.

Aprendí a volar mientras caí en tu ausencia,
ayer cuando te extrañaba,
tomandote de la mano;
encadenada, en tus brazos.

Y aprendí a olvidar todo sin olvidarte a vos.​

 

Bello, sencillo y sentido reproche. Felicidades, estrellas y saludos de tu amigo A.G.