Aprendiendo en el séptimo

Aprendiendo en el séptimo


Que experiencia dan los siete,

ya cansados, ya sin máscaras,

ya completamente abiertos,

sin tapujos, sin mordazas,

tal cual somos, cual imperfectos,

tan únicos, tan sucios, tan sinceros.

creímos odiarnos, y ser enemigos,

que mala decisión habíamos emprendido,

frustrados en nuestra jaula de oro,

simplemente aguantándonos,

soportando el uno al otro,

creyendo que solo nos unen nuestros hijos,

y debajo de las máscaras no habría ya nada de cariño.

Eso creí pensar, y eso cambió mi ser,

me convencí, de que el amar sólo era estar bien,

ser la pareja ideal, el vivir sin pelear, el dejarte ser,

pero este séptimo derrumbo mi verdad, la que decidí creer.

Ahora puedo decirque gracias a ti aprendí,

que no es siquiera necesario pedirle a Dios que te bendiga,

Ya que Dios también es tuyo,

y te ama y te bendice aunque yo no se lo pida;

aprendí entonces que bendecir es bien decir,

es decir y hablar bien de ti,

desear lo mejor para tu vida aunque hallamos discutido,

bendecir, es hablar de lo bueno que hay en ti,

y entonces solamente eso presumir,

que si hay algo digno que contar, eso habré de compartir.

Aprendí no a ignorar lo malo en ti,

pero si a comprenderlo y a entenderlo,

que quizá eso se llame respeto,

aceptarte como eres, llena de virtudes y defectos.

aprendiendo a callar, y ¡a caray! como cuesta hacerlo,

pues no daña lo que entra por la boca,

sino daña lo que sale desde dentro,

de esa misma boca,

aquella que descarada,

maldice y bendice al mismo tiempo,

aquella que no reconoce cuando debe permanecer en silencio.

Aprendí que no es más fuerte el que gana el pleito,

sino aquel que ofende menos,

que es más fuerte el que guarda su orgullo,

y no se escuda en argumentos,

el que ofrece una disculpa,

y aun sin comprenderla,

la ofrece para estar en paz con ella,

y no es que sea hipocresía,

tal vez se llame diplomacia,

o simplemente cortesía,

sea un gesto de sumisión,

pero sumisión verdadera,

de dar tu orgullo por aquella,

que ha hecho que tu razón no valga nada,

y lo imperante sea la buena convivencia.

Aprendí que no sé nada,

que inmaduro más me he vuelto,

porque sigo enfurecido por la nada,

por falta de tacto, con cero templanza,

por mi alma ya cansada,

ya aburrida, ya dolida;

Y es que ¡cómo no!

si nadie se siente fuerte después de siete años de corrida;

pero al final estamos,

con ampollas en las manosy los pies ensangrentados,

con dos personas que nos gritan que sigamos avanzando,

cansados y a la vez con ganas de seguir andando,

con la mejor disposición de asumir el compromiso nuevamente,

de aprender de lo pasado pero mirando hacia el frente.

Tú me has motivado a seguir perseverando,

y ante esta nueva etapa que avecina,

que parece ser más cuesta arriba,

con una pendiente mas alta,

con un nuevo hijo,

y ahora semando la distancia,

parece ser aún más complejo,

pero tú me has motivado a ser paciente,

y a ver en la cima,

tal vez un descanso momentáneo,

Porque sémuy bien,

que si esta vida la habré de terminar a tu lado,

seguiremos encontrando obstáculos.

Gracias por estos siete llenos de aprendizaje,

por que en la carrera del amar,

el simple amar esta sobrante,

implícito e insípido a cada instante,

y es que en cuestión no está el amarte,

de eso estoy seguro,

y eso está muy claro,

que aunque habremos tambaleado,

y caído constantemente,

Nos la hemos ingeniado en sacar aprendizaje,

y después de siete,

ahora estoy más convencido,

que fuiste lo mejor que me hubiese sucedido,

toma mi mano, y corre conmigo,

corre a ciegas,

que yo sin saberlo,

así lo hice contigo.

Mi ancla, mi juicio, mi control y mi dominio,

que injusto darte ese rol que no lo encuentro en migo mismo,

y perdón por ese mote,

pero eres lo que necesito,

mitad distinta, mitad soberbia,

yo te enseño y tú me enseñas,

yo te espero y tú me esperas,

cada quien a su paso,

pero siempre juntos,

avanzando y aprendiendo,

te bendigo, y te respeto,

respeto a tu ser,

respeto a crecer,

respeto a querer,

respeto a confiar.

Y aunque en breve estaré más distanciado,

sea solo en distancia,

y no sea en el hueco de tu alma,

pues creo firmemente concluir esta carrera abarloados,

codo a codo,

mano a mano,

siempre amigos,

siempre novios,

siempre amados.