Aquel escritor se recuperó.

¿ Por qué te arruinas ?
¿ Acaso no tienes dentro, una gallina ?
Y tu pareja está acompañada por un pez.
Ánima y Ánimus. ¡ Ánimo !


Aliento de vida física. Madre y padre, como arquetipos.


Formáis un dúo dinámico. ¡ Gran equipo !
Otras mujeres se asocian con el calabacín.
He visto hombres pensando solamente,
en la cigüeña.


La perdiz...


Recuerdo a la Chilindrina y a don Ramón.
Don Barriga, el profesor Jirafales, o Kiko.
Yo los he superado a todos, no en estatura,
ni en vis cómica, ni tampoco en ingresos...


Ni en fama, ni siquiera en paciencia...


¿ Saben ustedes en qué ? Les gano en manejo
del dinero.
¡ Prueben ! Déjenme controlar sus ahorros.
¡ Menudo rollo ! Tantas huchas son un engorro.


Denme sus riquezas. Confíen en mí.





Gozo de una gran delicadeza...
Sé lo que necesitan, antes de que lo duden.
¡ No se lo piensen dos veces !
Salí ileso del Proyecto Ludovico.


Estoy regenerado. No más altercados.


Mis drugos están bien empleados...
Son agentes del cuerpo de Policía.
Actualmente, compongo música clásica.
Junto a Ludwig Van Beethoven, que es mi amigo.


Alec de Large, para serviles. Una naranja mecánica...

 

Vine a divagar un poco en su letras nommo, de todas formas poco entiendo, aun así insisto.

 

En este poema, intento reflejar el sabor del dinero.
Es dramático, pero asimismo, épico o heroico.
Alec de Large es un mozo fuerte y bien parecido, que coordina a una banda de mercenarios.
Los drugos asaltan mansiones de las afueras.
Pero no trabajan para el Ejército, sino que son autónomos.
Y así, delinquen. Son verdaderos criminales.


Entonces, Alec es capturado por las fuerzas de seguridad del Estado.
Y puesto a disposición judicial. Luego, condenado a pena de privación de libertad.
O sea, prisión. No obstante, el Gobierno experimenta con los reclusos.
Les propone un pacto: Rehabilitación.


Si quieren cooperar, saldrán antes de lo convenido en la sentencia del juez. Mucho antes.


Claro está que el proceso es militar.
De vanguardia.
Alec acaba sintiendo náuseas, ante la violencia.
O sea que aprende a respetar a los ricos. Y también, a los pobres.


Puesto que tuvo un encontronazo también, con un mendigo.


Moraleja: " Si quieres manejar el dinero, has de saber que en el fondo, subyace una Divina Comedia, en la cuál, el Chavo del Ocho, es el rey. "

 

Paso grandes ratos, con tu inventiva y sentido del humor, enhorabuena. Saludos, que tengas excelentes días.

 

Me alegro, Tribu Zen.
¿ Lo dices en serio ?
Si todo es, y nada es, al mismo tiempo.
O sea...


De aquí al año 5.600, en el chasquido de unos dedos.