Aquella noche

Aquella noche

Permanecimos tan callados como cuando el mar embravece y brama.
Porque el volcán ruge escupiendo lava y ceniza por las mejillas y ennegrece la cena de esa noche.
No quiero pensar que el sonido del volcán nos comió la lengua, pero hablar es difícil,
Toda instancia en la cercanía no permite otra cosa que silencio.
La quietud del no comprendo, parece quitarnos un poco de nosotros
La reacción de la naturaleza ha fabricado el altar de una pesadilla
¿o soy yo quien teme a los brazos del fuego, del humo y la ceniza?
¿La inquietud da la quietud, que entre nosotros no decimos nada?.
La mirada fija para quebrar el silencio con susurros.
Oyes el temblor de mis latidos, es la llave que detiene el habla
Hemos viajado muchas veces en el sigilo de nuestros sueños
buscando la estrella mas brillante que ilumine nuestros cuerpos
Pero hoy estamos callados, somos nebulosas que solo acechan y sonidos del silencio que se pierde en las miradas.
La bronca misma del volcán opaca en la noche las estrellas
No es la claridad que me alimenta cuando cuento estrellas y pierdo la cuenta.
Sin embargo esa noche bastó mirar al cielo para llorar.
Aun recuerdo, las lágrimas parecían caer desde el cielo,
Oyendo a Natura cobrar por el daño que hemos hecho,
porque muy enfadada y vigilante se nos viene sin amagos.
Y tenemos sin piedad al volcán, haciendo estragos.
26/07/11

 

Wow...me ha impactado la escena amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

un placer leerte,besos