Aquella tarde bermeja y soleada

Aquella tarde bermeja y soleada

Aquella tarde bermeja y soleada,
Murmullos de antaño resoplaban
Recuerdos eternos se asomaban
Caricias sin tiempo, tu mirada

Y esa tarde eterna y perturbada
Por el vaivén de cuerpos que entonaban
Música que nuestros labios cantaban
En esa tarde, en esa hora, fue pactada

Los sueños en mis ojos pintaron
Esperanzas eternas y azuladas,
Cual ave dentro de mí se elevaron

Paso la tarde, paso la magia y tus miradas
Tus sonrisas, el viento y la noche se raptaron
Junto con todas tus promesas formuladas

Blanche​

 

Buen poema que no merece estar con el cero.

 

Con el tiempo diciendome adiós,
con su ocaso tardío.
Y su noche esperándonos.

Un verdadero honor leerte. Magnifica composición.