Aqui Estamos

Mamá
Tu cuerpo ya se fue, pero tu espíritu
mora en todos los rincones de la casa,
es verdad, que ese vacío inmenso que dejaste,
no lo llenará nunca nadie y que se sentirá por una eternidad,
también es verdad, que es tan grande tu amor, que convertido
en calor inundara de calidez, armonía tu nueva casa
e intentara mitigar la tristeza, la soledad y el frío en nuestros corazones

Hoy estamos aquí en tu novenario, cumpliendo tu mandato,
estamos casi todos
Por ahí, esta Norma, tu hija mayor, la hija querida de mi papá,
La que se volvió ermitaña, la se que enclaustro y al igual que tú, da la vida por sus hijos;
Mas allá, esta Eloisa, la de la voz bonita y la suerte a flor de piel, la querida Lola
la de la voz privilegiada que cantaba para ti melodías que salían del alma y erizaban la piel,
En el centro de la sala esta René, el orgullo de la casa, el hombre que inicio el camino que tu le señalaste, el hijo noble, el hermano fiel, el reemplazo de Papá, el primer ingeniero de la casa. El hermano, el amigo de los brazos extendidos, el consejero, el triunfador.
En una esquina de la sala esta Niñito, el que se labro su mala suerte en los caminos mundanos de la noche, tu querido hijo, el que se quedo siendo un niño travieso, igual que Pepito, el tu inolvidable poesía, Cual a de ser, Cual a ser Dios mio;
Aquel con el nombre de mi padre, aquel hombre que hoy ya entrado en la vejez sigue siendo un niño díscolo, aquel que solo el cariño, la ternura y el amor de una madre como tu, pudo soportar y consolar.
Rodeada de tus nietos, esta otro orgullo de la casa, ahí con la cara triste y apesadumbrada, esta Waldistrudis, la ejecutiva brillante, la mujer inteligente, la del discurso bonito, la hija en cual creo yo, alcánzate a ver reflejados los logros profesionales que tejiste en las noches del tiempo.
Formando un trío se encuentra las menores de tus hijas, tu antoñita, la abogada, pequeñita de estatura como tú, luz marina, la bacterióloga, la otra pequeñita y consuelo, tu ingeniera, un ramillete de rosas que florecieron de tu vientre y le dieron luz a la comarca, unos capullos que tu moldeaste y hoy son orgullo al igual que todos tus hijos y nietos de la región.
Moviéndose de aquí para allá esta Libia, la profesora Libia, tu hija adoptiva que siguiendo tus consejos venció todos los obstáculos y potenció su autoestima.
También esta Juan Carlos, el gordito de oro, tu nieto querido, el cuidandero, en cuyos brazos pasaste a la eternidad, mira y oye mientras de carita triste, baja una lagrima y piensa en la abuela que nunca mas volverá.
Solo falta una de tus hijas,
Falta la que mas te quiso, la del carácter fuerte y la nobleza a prueba,
tu amiga, tu hija, tu compañera, la que nunca se fue de la casa, la que siempre te acompaño,
la que conversaba contigo todas las tardes, tu confidente, el primer reemplazo de papá,
Solo falta Esperanza, el ángel que hace 5 años viajo a los cielos y en compañía de mi padre te preparo el camino para tu llegada al paraíso.
Aquí están todos los que te quisieron, te quieren y te querrán,
los que esta noche cantaran alabanzas al divino creador y te recordaran por siempre.

Y también estoy yo, tu querido quiquito, como tu me decías, el niño enfermizo que te trasnochaba y por el cual derramaste muchas lagrimas pidiéndole a la virgen de Fátima, el milagro de mi salud
Aquí estoy yo mamá con el alma partida y los ojos llorosos escribiendo estas letras
Aquí estoy yo, mamá, dando testimonio de que los consejos de una madre, y el amor de una familia siempre conducen a tierra firme.
Buen viaje mamá
buen viaje.

Pd. Se me olvidaba decirte, madre, que era tan grande la tristeza de tu pueblo, que hasta el cielo se puso a llorar el día de tu entierro.

Cali, septiembre 25 del 2004