Aracataca

ARACATACA​

A usted que tuvo la dicha de conocer la utopía del hielo.
Feliz cumple.​

Si alguna vez me derrumba la fama
y si la gloria algún día
me pone en peligro,
yo emprendería de nuevo otro exilio
a los confines de Aracataca.

Empezaré desde cero a tejer mi barraca
al borde de un río de diáfanas aguas
si alguna vez
no queda otra opción que elegir
entre el barro y la cañabrava.

Todo es polvo.
Todo huele humanamente a polvo.

Para morir de soledad,
qué más da que los huesos
se me pudran en Aracataca.

Todo es polvo y olvido.

Si alguna vez
no recuerdo siquiera mi nombre,
ya sabré de un remoto lugar,
donde las cosas se mencionan a dedo,
donde después de una lluvia tenaz
el sol cada día amanece
dispuesto a brillar
en ese mundo reciente
que espera por ti
por mí
por todos
para de nuevo
desde cero
empezar.