Arenal que veo en mi caminar

Una mañana blanca, una gris entrada
Y un cirro entre mi puerta que me interrumpe la entrada
Solo un paso di, para lograr que se valla
Y al ver ahí parado al hombre que me manda
Tratare de escupir los papeles verdes que tanto me matan
Y seguiré esos pasos de un mundo que vende esperanza
Y así se me pasara toda la vida
con la soledad pisando mis talones
Y al no dejarme caminar encontrare
Una nube negra a punto de estallar
Y un cigarrillo que me asfixia
Al tratar de respirar.
¡Acábate reloj de arena!
Que ya no quiero yo esperar
¿Y que otra cosa puede pasar?
Que me sople el viento
Y que me diga donde va…
Por que ya no entiendo que hago acá,
El sol deseo pisar y eso me va a matar.

 

Muy fuertes imágenes y metáforas, un gusto leerte !

 

Que bacán, es una realidad multiadaptable, si es que existe la palabra. Me parece muy bien definido, paisano. Sigue así y me ha gustado, el poema es más bello cuanto más universal se concibe. Los hombres que nunca descansan son los que hasta en sueños alcanzan, eso que buscan como locos. Y los que sueñan despiertos también, eso creo. Quizá eso intentas definir. Un saludo