Aristocracia inmóvil.

El humano lo era todo,
subsistía en su mocedad,
concentrándose en los estudios,
para llegar a fin de mes,


obteniendo pingües beneficios,


que aplicó a la investigación,
y al desarrollo de la majestuosidad.
Helo aquí, satisfaciendo su curiosidad,
restregándose contra los troncos de los árboles.


Entendía que la Madre Naturaleza


prefiere al reino vegetal y al mineral.
¡ Los animales son dinámicos y se divierten !
Sí, pero ¿ Y la vejez ? La senectud o ancianidad.
Menos ocio: Mayor compromiso.


El regocijo planetario...


El hombre maduró y cosechó nuevas andanzas
y aventuras.
En cinematografía, elaboró prudentes
situaciones cómicas, y dibujos animados,


para pequeñuelos, jóvenes o adultos.


Más cercano a la ecología,
a través de la psicología,
dejó a un lado su pasión por la economía;
si bien, no estaba dispuesto a derrochar.


Y trabó amistad con la energía fría,





procedente del vacío cósmico.
Que favorece al hogar, dulce hogar.
Y puede crear agua y aire, dadas las condiciones
pertinentes, para que así se manifiesten.


Todos los electrodomésticos estaban vivos.


Por así decirlo...
De ahí, que la frialdad en las plantas,
en los troncos y el follaje,
en las ramas y los frutos, ya, no fuera sinónimo


de inmundicia o suciedad.


El hombre dio la bienvenida al árbol,
que fue un miembro más
de la aristocracia,
o alta sociedad.

 

Interesante, música de antaño, del cuaternario, para festejarlo.

 

Ese tema viene como anillo al dedo.
¡ Anda, es un anillo de compromiso !
Vaya...
Una sortija.
Muchas gracias. Todo se basa en los Recuerdos.
Y esa gente ha conseguido hacer una síntesis, de ese sentimiento vegetal.
El hombre inmenso, es como un árbol.

 

Felicitaciones a la elegida, más allá, siglos en el futuro el tiempo encontró algo que hacer...
Porque nos resistimos a irnos, a dejar lo amado

 

Todos los tiempos son un eterno presente, para el Creador.
O sea que cada época histórica, vivida o por vivir, de algún modo, cabe en las cálculos de Eón.
Eón podría marearnos, si nos contara por qué suceden a veces, tantas desgracias.
Un motivo es el siguiente:


El Dolor es la forma más sencilla de aprendizaje.


Otra manera de verlo, es que no se puede crear una Felicidad automática.
Sino que ha de ser meritoria.
Como en las oposiciones a Notaría, Registro o Juez.
Así, la Felicidad tendrá que ver con la carrera de Derecho.
Y en definitiva, con la Justicia. Porque no siempre ha de vencer la mayoría, en Democracia.
Sino que a veces, yo mismo, con mi mecanismo. Yo me lo guiso, y yo me lo como. Como Juan Palomo.