Arquitecturas del deseo XII.

“Siempre es buena una historia de amor. (…) Dios te bendiga sin razón, nene.”
Mago en prosa.- Fabiana Cantilo.-


Maremotos del desvelo y risas salobres,
Fumo largamente este placer esquivo
En un tiempo entre tus tiempos.
Mientras tanto, trazo con regla la distancia,
La calculo, recuerdo el interior del precipicio.
Se nos hará el día y el látigo de las obligaciones
Nos chascará juntos pero en diferentes oídos.
Bienvenido, don insomnio del después,
Como si una sobredosis de tu magia me deslizara
A una dulce resaca de laberintos
Donde sólo caben tus fotografías y unas notas de piano.

Somos aquellas piezas sueltas de una construcción
Que desafía gravedades y sentidos comunes,
Pero que hacia algún cielo se alza,
Escalándose a sí misma
(Mi cuerpo sobre tu cuerpo, tirabuzones, sobrevuelos).
Hay una extraña felicidad en estas preguntas
Que nos miran como niños y nos estiran sus manos;
Que añoran como vos, que acusás y te excusás
En relojes y papeles y epistemologías.

Canta una corneja recién parida por la tierra-
En pleno uso de sus alas, atribuciones y facultades-
Un llanto tan puro como el sudor en las sábanas.
(Aquellos besos fueron luces escondidas en la niebla).
Hoy el humo que imaginé se hace deseo en tu boca
Y lo resistes. Quisiera hacerme yo en tu boca
Y volver a deslizarme como vino en tu garganta.