Arrepentido

Una lagrima rodando hacia tu boca
y una flor casi marchita entre las manos
en tus palabras un perdón embustero
llegas finalizando este juego de tiranos.

Alzas la mirada constantemente
nunca perdiste ese aire altanero
cobrabas tu amor cual usurero
tu corazón no ama, miente.

Abandonarte fue lo mejor para los dos
y si bien es cierto que no he dejado de amarte,
Que te perdone dios! Que te perdone dios!!
que yo no puedo perdonarte.

 

Se desvelan mis sueños
en un precario decomiso,
desde que dejamos de ser los dueños
se desarena mi alma sin permiso.




Un verdadero honor leerte en estas fortalecidas letras, que enfrentan en versos el desamor, el dolor de un adiós, con imágenes poéticas bien logradas.