Arrullo

Arrullo

Niña, escucha las olas que callan poco a poco,
mira al sol centinela que deja su garita,
al viento que murmura , la tierra que palpita,
la luna que reluce redonda como un coco.

Siente, siente al amante, al amante ebrio y loco,
que contempla los astros con el alma contrita,
que se siente morir en la noche infinita
igual que una luciérnaga atrapada en un foco.

Palpa su sinrazón, su paso galopante.
Siega todas sus lágrimas con tus blancas guadañas
por donde su vigor cual polvo se despeña.

Niña, déjate amar, amar por un instante,
entrecierra tus ojos, enlaza tus pestañas,
y sólo duerme, duerme, nada más sueña, sueña.



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Me arulló tu poema. Es un canto amoroso, una apelación al más precioso de los estados. Bella manera de comenzar junio. Que recibas mis estrellas, mi saludo afectuoso y las bellas sensaciones que tus versos me despertaron, a modo de devolución.

 

Bellas letras Sr.
Mis respetos.
Vicente.
Pescando versos ebrios esta noche, desde la Luna.

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