Ascenso colectivo.

Sí, estaba todo, muy claro.
Ezequiel necesita amparo.
Sus palabras ardían, en el fuego de la chimenea.
La rabiosa actualidad también se da en la profecía.


Del 666, pasamos al 77.


Siete por once, dado que once significa equilibrio.
Pues lo que queda del día, es tú y tu obra.
Diez más uno, nueve más dos...
Dependiendo del esfuerzo, Servicio y sacrificio.


Ocho más tres, y gozaste, al fin.


Sin desperdicio.
Siete equivale a Justicia.
Singular y plural: Yo y ustedes.
Les serviré, pero antes, permítanme que me sirva,


yo mismo.


Siete notas musicales, siete días de la semana...
Evolución, que es disfrute, paso a paso.
De Domingo a Domingo, contando ambos extremos:
¡ Ocho ! Una octava musical habrá ascendido el Universo.





Te lo cuento, Ezequiel, en estos versos.


El equilibrio, en la Justicia, se refiere a
nosotros y nuestra obra colectiva.
Nosotros y nuestro destino, del cuál somos
dueños legítimos. Como raza.


Así, tribus, estirpes, pueblos y reinos lejanos,


se exhiben.
Comparten.
Dialogan.
Sin embargo, Ezequiel se irrita.


¿ Por qué, amigo ? Diversidad es Amor,


y no debemos discriminar a nadie.
Por lo visto, él vale mucho más que
los indios norteamericanos.
¿ Seguro ? ¿ Cuánto apostaría ?


60 millones de indios, perecieron, por el avance


de las tropas del Séptimo de Caballería.
Esa ingente cantidad de gente...
Consta. Pesa. Grita.
El Resplandor, de Stanley Kubrick, también supuso un juicio.


Un Juicio... Humano, ¿ Por qué aniquilas ?


¿ Por qué destruyes ?
¿ Por qué fabricas armas de destrucción masiva ?
¿ Por qué no ha de haber Justicia infinita ?
¿ Por qué el acoso y derribo, a las Torres Gemelas ?


Os ama, mas no se ama a sí mismo. ¡ Osama !