Asesina

Nos tiene la noche arrinconados,
la desgracia de aquella maltratada
conspiración del alma,
rebotando nítidos y desgastados
como los girasoles, independientes y perpetuos,
y a pesar del hábito
de nuestros corazones destilados por el odio
la piel nos agrede inescrupulosa
de tanta carnicería que hemos desatado.
Si tuviera que huir por tus ojos,
por tu boca de ginebra, por el aro
de tu voz despiadada y traicionera
y dejarte sola contra la noche
que nos agrede, escapar indultado
por los años de haberte sido infiel
como un beso entre Febrero y Marzo,
y ponerme a resguardo
de tu bala que me sigue matando
como si nada.
Pero tengo esta contestadora hueca
que ensancha los silencios
donde flotan los ultimátum,
tu fusible despiadado que enciende
los dolores críticos de la dermis acuartelada;
llevo la vergüenza intacta,
la puta vergüenza que acicala
y no remeda estas ganas de asesinarte
mientras duermas en mi memoria seca;
tengo prioridades de vestir la hombría
con suspensores propios,
por una vez que me destruyas con dignidad
mientras me revuelco,
insinuar que soy un hombre
por una vez en tu vida
y no desfallecer como naturaleza muerta,
dictar y no ser dictado,
decapitar la cólera
y por una vez
no ser genitalmente decapitado.

Me tiene desamparado tu noche,
tu marchita noche singular
que deshuesa los ojos y parcializa el aire,
tu maldita y asesina noche
que tiene que ver con esta cólera ciega
donde hoy he sido apresado.

 

Hermosos versos impresionantes muy fuertes, gran trabajo.

 

Uffff... hoy te digo Bender: ¡Qué gran poeta eres!.

Pocas veces un poema me deja sin palabras, he aquí uno de ellos y te felicito por la gran fuerza
que imprimes y transmites a la lectura.

Un fuerte abrazo. Las estrellas, merecidas.

 

Tuti, Jorge, gracias a ustedes por el tiempo dedicado.

Abrazos y éxito.