Así de heridos. Soneto.

Furtivo voy contigo mar adentro

feliz tras el color de tu alborada;

sediento como boca enajenada

dimito de mi propio desencuentro.


Perenne me enamoro de tu centro

y alado sobrevuelo tu ensenada

con una decisión que arrebatada

me lleva perentorio hasta tu encuentro.


Alabo tu poder sembrando Vida

en surcos donde en barro nos movemos

ajenos a tu excelsa acometida.


Heridos treinta veces nos caemos

haciéndole al Amor una perdida

y a espera de contesta perecemos.

 

Yo no perezco. Puedo hablar con el Amor-Bondad.
Quiero decir que de día en día, estoy vivo.
Me mantengo en pie.
Porque abro mi corazón, a menudo.

 

Ese mar que enseña, esa fuerza y la calma que a veces ostenta, alegoría del amor, y un llamado que espera toda la vida una respuesta.
Como siempre, POETA, como siempre tu pluma se eleva y nos deja aquí pequeños, contemplando su belleza. Gracias por escribir. Abrabesos en tu alma

 

Muy agradecido, Ropittella, a tu afecto por mis rimas y por tu cariño. Un abrazo.
Esteban.