Astroiris.

Y con esa simplicidad de las cosas faciles, con modos de momentos graciles como una hoja seca mecida por el viento. Llegó a mis sentidos tu cuerpo, lleno de gracia y tu cerebro que mas de mil chispas emite cada dia cual bujia a pleno rendimiento. Sin creer te encontre, descalzo y a la vez sediento, entre la grama baja que crece en las brechas del cemento. Y pensaba cuento era poesia, tatuada con aguja de bambu en piel de animales, ansioso de tus besos como el naufrago de agua dulce, me terminé revolviendo en un nudo de carne recuerdos y sentimientos. Si la cosa fuera gratis no tendria misterio, sin pedazos del alma regados sobre los cimientos, reforzando la estructura contra el tiempo, el veneno y el tedio.

Tu risa preparaba el cielo para ser pisado, entre un café, una copa o un cigarro, volando en volutas despacio disipandose, en el universo rojo y grueso de tus labios. El calor cambió mil nombres en un rato, el significado diluido por acido encima de una vela, hirviendo vapores que blancas dejaban las rosas que quietas dejaban las cosas, deteniendo los besos en tu espalda congelados. Colgado de tus hoyuelos escribí una cancion en una frase, que desafortunadamente sonó como un te quiero. Rompieron a llorar los dioses y los angeles callaron, esperando como quien espera un milagro tus ojos, brillaron mientras repondias desconsolada, la luna y el sol siempre seguirían girando.