Atada al ocaso

Las horas se tornan difusas
en el jardín de mis sueños.
Son veloces relojes sin minuteros;
apuntan las manecillas en mis
odiosos recuerdos, y ahí se detienen.
Hacen tic tac estridentes,
se roban en un segundo mis sentidos,
y de a poco desconozco si la manzana
carcomida por gusanos voraces,
forma parte de mi pasado, o si la dejé a
un lado del camino después de que el veneno
de sus entrañas, me obligara al presente.
Tomo al péndulo más pequeño, al cristal refulgente
me descubro sin ojos, comprendo que sigo viviendo
en el hoy relativo, con la huella de mis ayeres desdibujando
para siempre las piedras filosas de mis siglos.

 

Qué bonita forma de escribir, que ternura tienes y que ingeniosa forma de escribir. Muchas gracias por comentarme. Besos y ha sido un placer leerte. Ánimo

 

muchas gracias por leerme y por tan bonito comentario..le agradezco infinitamente...saludos!!

 

Ayer te comenté, eres muy buen poeta, tu estilo no es estrambótico digamos, muchos buscamos irnos lejos; pero tu lo haces con una naturalidad... que hace de eso un gran estilo, me gusta. Un abrazo.

 

muchas gracias Arkhazul, le agradezco mucho por tan bonitas palabras,le agradezco por su visita...muchas gracias, saludos!!!