Ataduras de vergüenza

¿Cuántos pétalos más han de caer
para vergüenza del hombre
ante tanto sufrimiento impuesto?
¿Cuántas ilusiones han de resquebrajarse
para colmar la sed de mal
sembrada por tantos llanos áridos de frutos?
¿Qué pasa con esas vidas moribundas,
invisibles y apartadas?
Preguntas que no hallan más que respuestas huecas
ante el silencio del olvido.

Cómo desprenderse de esas ligas
apretadas fuertemente
sin temor a perder
lo poco que creemos poseer

ser mar, aire y luz, etérea convicción
sin más que el pleno sentimiento de existir
ser tierra fértil en terreno fangoso

Sentimientos embriagados de cúspides heladas,
noches eternas de gritos de silencio
ruido helado
nenúfares avergonzados

Cosechas de esperanza
vamos llegando

 

muy buen poema, un placer leerte
te dejo un saludo y estrellas

 

Elegante y, realista tu poema. ha sido un placer visitarte.