Atardecer

ATARDECER


El brioso crepúsculo nos recibió con sus manos abiertas
en lo alto de la montaña,
y el olor a dulce caña
penetraba nuestro cuerpo
como si fuera un hielo abrasador de los fríos inviernos.


Los yucales, arracachales, platanales y malangales
se alborozaron y bailaban de alegría
al saber que iban a ser saboreados por las intrusas sombras
que visitaban la montaña.

Una casa de paredes de tapia pisada,
limpia muy limpia y ordenada
como alma colorida de hermosa heliconia
nos esperaba.

Y de repente la noche,
la noche de estrellas y de murmullos silenciosos,
nos cobijó el manto del alegre sueño.



Luecamon,

 

lindo poema, me gusta tu estilo, sigue asi amigo, te mando 10000 besos :::hug:::

 

Lilioka, gracias por pasar tus ojos de poeta en los versos de atardecer,reciba un saludito de ésta tropicalísima tierra,Con aprecio , Luecamon.