Atentado

El árbol de membrillos
en el que me oculté
para disparar
tres tiros
al “vitraux” de la iglesia
ya no está .
Tampoco
mi rifle Mahely 5 y ½,
ni siquiera
la mano gatilladora.

La iglesia
nunca ostentó
sus campanas,
estaban guardadas
en un cassette.
El cura
apretaba
“play”
y los devotos
[SIZE=3]a la misa[/SIZE]
[FONT=Times New Roman][SIZE=3]del domingo de mañana[/SIZE]
[FONT=Times New Roman][SIZE=3]todos los domingos.[/SIZE][/FONT][/FONT]

 

genial amigo tu poesia, me gustan esas descripciones casi tecnicas de los objetos, queda genial eso en lo etereo ke pueden ser la poesia....

saludos hasta pronto

 

gracias por tu lectura. Grandes poetas los chilenos. Me gustaría leer algo tuyo. Un gran saludo. Te dejo mi blog www.elcosmosurero.blogspot.com