Aunque me vuelva tortuga

A veces cuesta vivir
atado a una mortaja.
La vida hay que sufrir
metido en esta cascaja.

Dando al tiempo explicaciones,
prisionero de los días,
caminante de estaciones
encadenadas a vías.

Y aunque me vuelva tortuga,
sin ninguna explicación,
siempre insistiré en la fuga.

Solo es libre el corazón
que no conoce de arrugas
y disfruta su armazón...​

 

Bellas y sabias palabras amiga Luz para un hermoso poema. Un abrazo. Paco.

 

Siempre hay una salida en laberinto que nosotros mismos creamos. Hermoso escrito. Saludos Sancruxxx

 

Gracias Paco, me alegra que te guste, tan solo son experiencias que compartimos unos cuantos, jejejeje.
Saludos

 

Gracias, encantada de compartirlo con vosotros. Un saludo.

 

Emocionantes letras divinas y monumentales.

 

Gracias, por pasar. Saludos

 

Tiene gracia (con cariño), por las rimas (algunas), aunque es una terrible realidad, si no eres capaz de disfrutar de ti mismo. Si sientes tu propio yo como una atadura, no como un camino pleno hacia la vida.

Interesante el poema. La idea, que de una manera lateral se le podría buscar una relación con la famosa fábula de la tortuga y la liebre, está bien expresada.

Coñe, debe de ser que me acabo de atizar un café largo puro y duro.

Un abrazo

 

Jajaja, ha de ser el café... Yo, afortunadamente, no estoy demasiado preocupada por el cascarón así que puedo tomarme estas cosas con humor. Un abrazo.

 

Sí, a la vista de los comentarios que estoy haciendo ha de ser el café, porque soy abstemio, así que...y si te parece que me paso, por favor me lo dices...o te vengas señalándome lo cursis que son alguno de mis poemas ¿De acuerdo?

Un abrazo, con todo cariño

 

jajaja, si yo no fuera abstemia también me mandaría algo a ver si me entra sueño, porque el café, a estas horas, no me conviene. jejeje