Ausente

Está lloviendo…
Ven… dame tu mano
Y deja que la lluvia acaricie tu rostro
Y salpique tu pelo
y caiga lentamente por tus dulces mejillas
que al llegar a tus labios yo beberé ansiosa
ese licor sublime que me brinda en la tarde la tibia primavera.
Ven…
Caminemos juntos deja tus ropas húmedas
sobre la tierna hierba
y así tal vez la lluvia apague nuestro fuego.
Me gusta este silencio
La música callada
Las estrellas dormidas
Y tus manos mojadas
El sabor agridulce de tus labios lejanos
Tus ojos infinitos.
La caricia suave de la lluvia cayendo
Me despierta del sueño
Esta lloviendo es cierto, pero tú no estabas.


L.H.Namen V.

 

Es un poema de amor muy bonito, señora Maryluna.

Un placer haber pasado y saludarla.

 

Gracias,Évano, es la primera vez que alguien lee algo que he escrito y sus palabras me hacen feliz.