Autor anónimo

Me gustan los estudiantes jardín de
nuestra alegría, son aves que no se asustan
de animal ni policía...
De una canción de Mercedes Sosa.




A ciencia cierta, no sé por qué tanta tortura:
Me arrancaron las uñas;
¿pensaban encontrar bajo ellas
teléfonos, direcciones, nombres...?

Me dieron duro en la cabeza;
¿sospecharían que dentro de mi cráneo
escondía documentos?

Reventaron a golpes mi estómago;
¿les habrán dicho que, tal vez,
me tragué mi credencial de estudiante?

Y partieron en pedazos los huesos de mis piernas;
¿lo harían para asegurarse
que no iría a buscar ayuda?

Todo hubiera sido tan fácil:
si querían amigos,
no sólo les daría su dirección,
les presantaría los míos de viva mano.

¿Para qué querrían documentos?
Debe creerse más en la palabra del hombre.

Si querían saber si era estudiante,
les hubiera dicho:
-¡conozco a tu hijo, y va en mi grupo!

Y ¿saben?,
¡hubiéramos echado
tantas cascaritas juntos!

 

Paisano esta tarde primaveral hago un recorrido por este foro dejando una huella azul en poemas que no tienen respuesta...

 

Guadalupe Cisneros-Villa:
No me quedó muy claro lo de poemas que no tienen respuesta. De todos modos gracias por estar aquí. No importa que tú seas azul y yo necaxista. Un abrazo.