Aves nocturnas

Con el frío calándoles los huesos,
van en busca de su alfa perdido,
en el noctámbulo camino de dolores,
cavan lentamente su triste destino.

La noche cómplice de placeres les cobija,
con la luna o la lluvia como mudos testigos,
les envuelve, les esconde, les promueve,
a un contubernio de aquelarre les invita.

Anoche soñé por ellas, hoy pensé en ellas,
su maleta de recuerdos ya no es querella,
su infancia sin infancia al fin han olvidado,
la realidad de su realidad las ha marcado.

Desde las seis empiezan a tejer sus redes,
desnudan sus cuerpos, dibujan una sonrisa,
las lágrimas sinceras ocultan con maquillaje,
el teatro de su existencia ya ha sido abierto.

Caminan cual avecillas desvalidas de regreso,
encuentra el nido mojado y sin sustento,
reclama a su Dios, a la vida su descontento,
tiritan un poco, sueñan despiertas, sigue el silencio.

 

Hermoso, un poema encantador y muy bonito, muy sentido.

 

Gracias, un privilegio que sobrevuele con su mirada mis letras, un calor, un color y un guiño a la distancia