Avistamiento

La tierra guateada extiende su historia
reflejamente prevista
en el interior de la forma del deseo.

Se hace el milagro anunciado en las
páginas centrales del calendario solar
y los dioses aparecen como se vaticinó.
No vienen montando a caballo,
sino a pie,
ganando con sus pasos
el hemisferio estelar de los ojos
que saben mirar el estanque dorado.

El ver es ser, el ser es todo,
la distancia recorrida nos aprende
qué pueda ser el carácter definido
en el surco que dejan las hormigas.​

 

Yo soy coleguita de una decena de hormigas que de cuando en cuando hacen unos surcos con unos trazos tan leves y cuidadosos que suelen dejar un blanco lienzo colorido como la más bellas de las obras de Dalí. Y lo mejor es que no es necesario ver, basta con ser.

Me gusta, trilerilla, me gusta una jartá.

¡ Besazos, mi Sultana !

 

Intensas lineas de tu escrito mi querida Susi... Me asesinaste

 

Qué suerte, tanito, haber hecho amistad con unas hormigas!
A ver si me las presentas y les preguntamos unas cuantas cosas.
Besos, gitano.

 

Pues voy a hacer un conjuro para devolverte a la vida, Manu, que no quiero yo dejar de saber de ti.
Un beso, colegui.

 

¿Un quinto jinete tal vez? minimalismo de la vida, una comparación brillante entre nuestras simples vidas y la complejidad del camino de hormigas, el ver e interpretar es más que el ser y que el todo, muy buen escrito. Saludos.

 

Es un nuevo invitado, efectivamente, Noskrad. Un personaje que por imaginado no deja de ser real, si existe en nuestros sueños.
Me encantó tu comentario.
Saludos.

 

Ese final, es de catarcis...bello, bello.

El ver es ser, el ser es todo,
la distancia recorrida nos aprende
qué pueda ser el carácter definido
en el surco que dejan las hormigas"


Y me encantan las hormigas.

Estrellas poetisa bella.

 

Bellas lineas
Me a sido un gusto pasar
por tus lineas

 

A mi también me gustan las hormigas, Zero. Tan pequeñas, pero tan fuertes...
Gracias por tu precioso comentario, poeta.
Bssss.

 

Muchas gracias, Ed, por tu visita y la huella dejada a tu paso.
Un abrazo.

 

Amiga, se ha rescatado un milagro... la eternidad es el aquí, disfrutar de la senda en el ahora, más aún si vamos disfrazados de hormigas que son tan lindas haciendo surcos por el barro y que hacen plafff, plafff cuando caminan llevando ojitas en sus lindas tenazas, también pueden llevar pedazos de dulce chocolate, o chocolate amargo.
Un abrazote gordísimo y mi admiración.

 

El chocolate amargo es una bendición, mmmmm...!

Tienes razón, la eternidad siempre es ahora... pero a ver si la memoria genética nos avisa de las trampas, dicen que la experiencia es un tesoro.

Gracias por tu cariño, Agnes.