¡Ay! niña de mis amores

¡Ay! niña de mis amores,
no te he visto llorar,
pero se me hace que lo haces
igualito al que tu padre quiso ser.

Quisiera tenerte en mis brazos,
con el permiso de tu madre
y pedirle al Dios padre
que seas la niña de mis ensueños.

¡Ay! niña de mis amores,
ábreme tu corazón,
y no seas como tu madre
que me ha hecho perder la razón.

Tal vez, esté divariando,
porque estoy algo sarataco,
y si no fuera por eso
ya estaría totalmente loco.

¡Ay! niña de mis amores,
que Dios te de mucha vida y salud,
que la virgen te colme de bondad,
y que los ángeles sean tus guardianes.

 

Lindisimo poema, para alguien especial.

Un placer leerte.