Azul celeste

Perfume viciado, poemas sinceros
y algodones de sal,
ha comenzado y volverá a comenzar
arranca otro pedazo de pasión
el más vacío de los placeres.

La decepción es monarca de
esperar y esperar la respuesta
y cuando te la susurran al oído
es tan pero tan doloroso.

Los pasajeros del viento
flotando en la ventana,
ráfagas de imposibles
sin un destino suficiente,
el grito desgarrador
más suave de la tarde.

Detrás de las esquinas
y mucho más allá dónde es frágil
ha sido cancelado el futuro
otro camino romperá a llorar
tan sentimentalmente ruidoso
que su desastre no valdrá la pena.

Un día me tendré que expulsar
las presencias que no hacen falta
tal vez si me hago daño
me sienta un poco mejor
tal vez si tú me miras.

Un matiz gris de todos los colores
le estorba al azul celeste,
una persona tan pequeña
aplastada como un bicho en el suelo
¿qué infierno se esconde dentro?
un hermoso pequeño orgullo.

Hay que saber, saber dónde detenerse
hay que saber cuándo hacer silencio
es un sismo constante
es resbaladizo y no cosecha treguas.
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Un placer encontrar este poema donde la decepción es el principal protagonista. Un saludo cordial.