Bailan bellas muchachas

Bailan bellas muchachas
sobre las paredes del laberinto.
Debajo, los hombres, se deleitan
con sus cantos de sirena,
con sus giros y sus retozos y sus piernas.

Un águila las observa desde el cielo.
Los movimientos de las mujeres
son como las figuras de un calidoscopio
en las manos de un niño.

Entre la libertad del águila en el cielo
y los hombres errantes del laberinto
están las muchachas que danzan
envueltas en su destino.

Una de las mujeres se ha detenido
para dar de comer a un pajarillo
y le susurra al oído:
"No levantes ahora el vuelo
que la muerte acecha en el cielo"

Otra mujer emerge del laberinto riendo.
Se supone que está así de feliz
y radiante porque se ha zafado
de las garras del machismo.

Allí abajo ellos están perdidos
en ideas y conceptos caducos,
esclavos de sus egos sin saber
ni conocer la verdadera libertad
que les aguarda arriba en la alegría
y el alborozo de las muchachas
mientras, más arriba, el águila
observa la escena con desapego.

 

Gracias Enrique:

Este poema surgió desde la visión de una pintura surrealista al estilo del libro de poemas de Cristina Peri Rossi, "Las musas inquietantes" donde, de una selección de cuadros hace unos poemas bellísimos.
Una forma muy buena para inspirarte es esa, contemplar un cuadro y ver que asociaciones haces con sus imágenes.

Un abrazo, Luis.