Bañado en sangre

¿Alguna pregunta?
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Si la herida jamás sana,
coser día tras día a la piel,
si el invierno se repite en verano,
llenarse de grises por dentro,
a divertirse dentro del infierno propio,
en la fiesta de un único invitado
espectando el regalo de la muerte,
no dejar una nota de despedida.

A toda parte del mundo que se desconoce,
suponer hermosos lugares,
extrañar a los fantasmas que me adoraron,
yo no tengo nada para dar, nada valioso,
miles de juguetes oxidados de olvido,
soy la bala dibujada en la pared.

¿Te asusta mi forma de pensar?
Tanta convicción y auto abandono,
decidido en burbujas y cascarones,
el desprendimiento sale triunfador,
he entrenado siempre este poema,
para sacarle todo el filo que pueda,
he enterrado tanto al corazón bajo espuma,
que su palpitar desesperado me acusa de difunto.

Se ha elevado toda la esperanza,
y ha traído toda la decepción,
sueños de parapléjico obligado a caminar,
deseos de ciego forzado a siempre mirar,
ordenar hacer silencio a la criatura con cólico,
muchas sensaciones se perdieron en calambres,
todas las oportunidades fueron impedidas,
las caricias inventadas.

A todos aquellos que sienten por soledad,
guillotina contra su falta de entendimiento,
a todo aquel que no ha padecido el sendero
no puede lanzar una palabra de aliento,
a todas esas siluetas que leen en mí –perdición-,
mirarán una estrella fugaz quemar el cielo,
corro tan rápido según sopla el viento,
es que estuve ciego y enamorado,
soy la belleza hecha negación.

A todo el valor golpeado por el miedo,
porque lo que uno pensara
debería pensarlo completamente,
lo que uno deseara debería desearlo absolutamente
cortarse los pulgares y añorar tocar el piano,
vomitar sobre la belleza del mundo,
violarse la propia inocencia.

Entre todas las historias que me odian,
devore mi propio cráneo de mantis religiosa,
me pienso sin voz ni sangre,
muriendo a una alta velocidad,
es que estuve nervioso e incoloro,
subí en bajada hacia un lado.

Para ser una sombra de este oscuro lado,
prefiero viajar al mundo de las sombras
brillando en autentico negro,
donar mi cuerpo al polvo,
lanzar el alma maldita a cualquier lugar,
reposar en una pose preciosa,
por la eternidad imperturbable. ​