Bandeja dorada de la palabra

Palabras minúsculas, mayúsculas, palabras que vienen y van, cuando a la realidad queremos engañar y nos aterroriza jugar a escondidas con nuestra propia soledad.


Las palabras de la posmodernidad son los misiles de una sociedad que se ha negado a pensar y explorar su propia frialdad.

Palabras que lloran y perforan con su propia soledad, acaso un suicidio colectivo, en medio de la contaminación y el desperdicio de lo sublime y mágico, del espíritu creativo.

BANDEJA DORADA DE LA PALABRA

Alarga tus palabras,
pospón tus palabras,
has silbar tus palabras,
hazlas gritar y aullar,
ronronear, rebuznar,
bramar, tararear, cincelar,
martillar, rodar, germinar,
has sepultar tus palabras,
hazlas crecer, revitalizar,
dales suplementos vitamínicos,
aliméntalas hasta la saciedad,
luego, déjalas descansar,
de cuando en cuando,
déjalas, ayunar,
darán mejor sabor al paladar.


Límalas, apacígualas,
déjalas que se derramen,
que se entierren, que vuelen,
que respiren, que eructen,
hasta que ellas vivan,
cuando ya estés muerto,
y ellas sean tú materia,
incorporada a la fértil o estéril tierra.


Báñalas, llévalas de viaje por el desierto,
asústalas y por favor,
nunca dejes de besarlas y acariciarlas.


Perfora tus palabras,
vive tus palabras,
mata tus palabras,
machácalas,
cuando sea necesario,
y si puedes amárralas,
para cuando las sueltes,
te arrastren con frenesí
de llanto retardado.


Desentierra tus palabras,
acarícialas aún con el olor
y la humedad de la tierra,
mastícalas, bébelas, bórdalas,
píntalas, asústalas.


Acaricia tus palabras,
hasta que hablen más que tu cuerpo,
cuélgalas en tu alcoba,
arrójalas al cesto de la basura,
cuando te aburras de ellas,
hazlas hablar recorriendo tu cuerpo.


haz lo que quieras con ellas,
porque ellas,
te han robado tu propia esencia
y ya no te dejan pensar,
son batatilla que ha invadido
la pradera donde maduraban tus frutos,
son el imaginario sin armonía ni conjunto,
el lenguaje de un mundo injusto,
la falange que como zombi mueve el mundo,
son, bla, bla, bla¸ bla.... que teme callar,
porque morirá,
y se ha negado
a pensar y asumir su propia realidad,
son el plagio de tu identidad,
sin tiempo ni final.





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