Bebiendo mi sangre

Estas aquí bebiendo mi sangre,
y te la has llevado toda
no dejaste nada de mí
puedo sentir como mi esencia
se desvanece lentamente
en los recuerdos de nosotros juntos
de todo lo que fue,
y de todo lo que ya no será nunca más.
Quiero llorar
pero ya no me queda nada,
estoy vacía.
Me invade una fuerte angustia,
me pierdo, me muero...
y es solo por ti.​

 

Olvida niña, que otro vendrá que se merezca tu amor.
un beso
Rosario

 

cómo que no le queda nada, pues yo la veo muy apañada, hombres ¡botarates! un sentido y bello poema.

 

Dolor en tus letras , espero sea solo inspiración.
saludos de amistad
Esperanzapaz

 

Hola, gracias por sus comentarios, lo escribí hace años en un taller literario en un momento de mucha inspiración.
Un saludo