Bebo del sol nutricio. Soneto.

Me nutro en el caudal de mi destino

inmerso en el presente y cara al viento

por ser necesidad el instrumento

que fluye a cada paso del Camino.


No quiero semejanzas de asesino

torciéndome la faz y el sentimiento;

la senda ha de asentarse en lo que siento

si siento que me entrego diamantino.


Apuro mi café, salgo a la calle,

bañado por el sol de un nuevo día,

guardando en mi expresión vital detalle.


Me nutro en su fulgor más todavía

y un cielo siempre azul toma mi talle

con brazo de esperanza y fantasía.

 

La forma en como cada persona refleja su esencia en su pensamiento, es la proyección de su alma como en estos versos llenos de reflexivas palabras caminando bajo el sol de cada mañana. Un caluroso saludo. Que tu vida sea plena en todos los sentidos. Hasta pronto.

 

Demasiado bonito.
Permíteme que lo complete...


Me nutro en el caudal de mi destino, entre masculino y femenino,

inmerso en el presente y cara al viento, sediento y hambriento,

por ser necesidad el instrumento musical, en los conciertos,

que fluye a cada paso del Camino. Y el oído está abierto.


No quiero semejanzas de asesino, ni pedestal para mi complejo de superioridad, o Ego,

torciéndome la faz y el sentimiento; prefiero la humildad, en la bodega.

La senda ha de asentarse en lo que siento, que es sombra de mujer en mi bañera,

si siento que me entrego diamantino. Me cura la ceguera.


Apuro mi café, salgo a la calle, y querría bailar Ballet, o ser gimnasta olímpico,

bañado por el sol de un nuevo día, con mozas radiantes y rítmicas,

guardando en mi expresión vital detalle. Sus montes, ríos y valles...


Me nutro en su fulgor más todavía, si me besan en los labios, me derrito,

y un cielo siempre azul toma mi talle, ¿ Seré cabrito ?

Con brazo de esperanza y fantasía. Con pinzas de cangrejo, les pellizco bajo la falda.



Creo que así, está más completo.