Bella maliciosa

Bella, siempre bella quise ser
y relucir aplastando todo alrededor.
No me importaba matar flores y hiervas
con tal que el sol solo me diera a mi
e iluminara mi belleza.
En un primaveral día un caminante
se detuvo ante mi maravillado por mi belleza.
Acerco su nariz para olerme
y retrocedió bruscamente con un gesto de asco intenso
y se fue mirándome desconcertado
como si le hubiera entrado en la cabeza
una duda eterna.
Paso otro caminante e hizo lo mismo.
Maravillado por mi belleza, se detuvo ante mi.
Acerco su nariz para olerme
y retrocedió bruscamente con un gesto de asco intenso
y se fue mirándome desconcertado
como si le hubiera entrado en la cabeza
una duda eterna
Así pasaron muchos más...
Comprendí que mi olor no podía ser el de una rosa
como si la muerte que cause a mi alrededor
me hubiera impregnado de su esencia.